La vida está llena de instantes mágicos, que te iluminan el
alma, donde se pueden percibir los más mínimos detalles con tan sólo levantar
la mirada al cielo, para disfrutar a plenitud del calor del sol, en una hermosa
mañana, o en el crepúsculo del anochecer.
Anochecer que nos anima a descubrir las estrellas, con cada
brillo que producen las sonrisas reflejadas en los rostros de las personas con
quien compartimos la hermosa vida.
Vida que tenemos para derrochar nuestras cualidades y colmar
de satisfacciones nuestros seres queridos, que se transformará en nuestra
felicidad plena y constante.
Constancia como la fuerza de nuestros pulmones, que nos
permiten respirar profundamente para colmarlos de la más mágica energía que alimenta
el alma, el amor… el amor más noble, ese que no te abandona aun en la peor de
las adversidades, que transformado en ganas arroja el más bello reflejo de
nuestra vida, la esperanza.
Esperanza que jamás debe decaer, que es rescilente ante las
adversidades que nos presenta la vida en este caminar, este andar por los
caminos del bien, la senda de Dios, nuestra luz y guía.
Guía que nos orienta por los senderos de la alegría, donde
se invita a la tranquilidad a correr de la mano con ella, acompañada por la
paz, la tolerancia, el respeto y por supuesto la verdad.
Verdad fundamental y primordial para llevar a cabo una
exitosa vida!!! Paz, luz y bendiciones…
